martes, 27 de marzo de 2012

Carta a mis alumnos adolescentes


Queridos alumnos,

Quería deciros que no importa lo que os digamos o hagamos creer en clase: Nuestra vida también está patasarriba. Nosotros también dudamos, también somos inseguros y también estamos perdidos y aspiramos y soñamos con cosas mejores.

A veces nos rompen el corazón y no tenemos ganas de nada. A veces nos ponemos la música muy alta para apagar el mundo y no escuchar a nadie que nos diga lo que tenemos que hacer.

A veces metemos la pata sólo por diversión o curiosidad y tomamos malas decisiones a propósito.

Por la noche nos dan las 2 de la mañana sin querer acostarnos y al día siguiente deseamos poder decirle a mamá que no queremos ir al cole.

Procrastinamos, nos mentimos y capitulamos. Ser adulto no es que te gusten cosas diferentes, es ser capaz de hacer las cosas que odias hacer. Ser adulto es un poco resignarse.

Algunos días nos sentimos muy mayores, demasiado, y otros nos preguntamos quién es esa señora que nos mira en el espejo. ¿Cuándo crecimos tanto? ¿Quién nos preguntó si queríamos hacerlo?

Una mala palabra nos puede arruinar el día y una sonrisa en el autobús nos pinta la mañana de colores.

Nos pasa que no sabemos hablarle a ese chico que nos gusta y no sabemos por qué y nos ponemos nerviosos y desearíamos que el amor fuera una cosa más fácil.

Aunque a veces os hagamos creer lo contrario, no somos tan distintos, y por eso os quiero pedir perdón por anticipado. Perdón por esta evaluación, por las broncas, los sermones y los suspensos. No me gusta, no lo disfruto. Es sólo algo que tengo que hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario